Pensando a profundidad sobre el desarrollo del mundo y sobre la afanada competencia por todas las cosas que se consumen, me doy cuenta que el mundo entró en un círculo vicioso en el que se producen cada vez más y más “cosas”; y para mantener estas “cosas” asequibles se han tenido que hacer acuerdos contractuales desfavorables para la humanidad; por ejemplo, los obreros trabajan con muy bajo sueldo en circunstancias muy mal sanas, utilizando químicos altamente tóxicos para la extracción del oro o cualquier otro mineral. De igual manera, la competencia de precios hace que las empresas rebajen la calidad de sus materias primas e insumos manufacturando productos que son cada día más venenosos y peligrosos para la salud humana y del planeta.

Es nuestra obligación parar esta locura, debemos boicotear todo lo que es irresponsable e injusto, de lo contrario, seguiremos simplemente actuando insensatamente, como hasta ahora, y completaremos al fin, el gran colapso de nuestra salud y el colapso de toda la fauna y la flora del ecosistema.
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